viernes, 10 de agosto de 2012

Deja de soñar...

Tu vida sigue, y tu pasado va contigo. Donde antes conseguías desconectar de todo, ahora él te acompaña en tu mente. A cada paso que das, a cada decisión que tomas... Tienes la sensación de necesitar a escapar, de huir de aquello que necesitas encontrarle un sentido y no lo encuentras.
Las conversaciones van surgiendo, y de repente sientes tu cuerpo tembloroso, tus nervios se apoderan de él y de tu mente. Hace que olvides tu alrededor y te hace sentir, a pesar de la distancia que os separa, lo que en su momento sentiste. Deja sus palabras fluir, esas con las que te estremeces. Cierras y abres los ojos, y te dejas guiar en lo que él te dice.Esas frases cómo si fueran sacadas del relato más íntimo que nadie conoce...


Descubres que esas palabras han sido sólo eso, palabras. Te ha echo imaginar, estremecer, gemir... y todo eso en la distancia.
Quisieras volver en el tiempo, regresar a esos momentos en el que sólo existíais tú y tu pasado. Sentir de nuevo eso que te ha echo sentir, estremecerte con sus manos, con su cuerpo... Pero de repente hay algo en tu interior que te hace volver a la realidad y dejar de imaginar. Que eso que en estos momentos deseas, no podrá suceder jamás. Que en estos momentos tú tienes un presente y el forma parte de tu pasado.  Te niegas a ello, no lo quieres admitir, y cómo una y mil veces has pensado en estos días, la vida da mil vueltas y tú las quieres dar con ella.


martes, 7 de agosto de 2012

Ese pado se va convirtiendo en tu presente

Una mañana de repente te despiertas preguntándote que fue lo que sucedió. Te levantas aturdida, con ese pasado en tu mente, y es cuando descubres frente a el espejo que en tus labios se dibuja esa sonrisa que por un instante te descoloca.
Las horas pasan y no dejas de hacerte preguntas a las cuales no tienes respuestas. Tu mente da una y mil vueltas e intentas ponerle fin convenciendole que todo pasará, que no hay de que preocuparse. Que aunque la vida de mil vueltas crees que tú ya no las podrás dar.
Necesitas desconectar, te sumerges en lo más profundo de tus sueños. Caminas a pies descalzos por ese lugar que tanto te gusta pasear, sientes ese olor a mar. Pero de repente surge el problema cuando te preguntas por tu presente. ¿Dónde está? ¿Cuánto dura? ¿Días? ¿Horas? ¿O tan sólo un segundo? Puede que el pasado lo olvides y que el futuro lo puedas cambiar, pero ¿puedes escapar de tu presente?

Te das cuenta que llevas años construyendo tu vida, arreglandola y perfeccionándola. Pero llega tu pasado y a su paso todo lo desmorona. Te sumerges en esas sensaciones, en tus sueños, tus pensamientos. A tu mente vuelven las preguntas. Te agobias, no sabes que responder.
No sabes cómo expresar lo que sientes, lo que piensas. Necesitas desahogarte. Piensa en que lo pudo ser y no fue, en que habría sido si ese pasado hubiera... ¿luchado? ¿mostrado interés?... a ti misma te dices que si aquello que en tu mente te preguntas no sucedió, sería por que igual no era el momento, que no debías formar parte de su presente


No dejas de recordar todas esas cosas de tu pasado, en lo que tú sin darte cuenta se ha convertido en parte de tu presente. Cierras tus ojos y por un momento crees viajar en el tiempo. En estar en aquel lugar que para ti transmite tranquilidad y serenidad. Te acompaña tu pasado. Y tan sólo puedes dejar a tu imaginación volar... Parece que el tiempo se te detiene, que tus pensamientos cobran vida, que todo es más fácil entre las cuatro paredes de tu habitación y que nada va a salir mal, por que todo está en tu mente.
Despiertas, vuelves a la realidad y comprendes que todo forma parte de un sueño en el cual tú eres la dueña y decides con que soñar.
A momentos te sientes bloqueada, no sabes cómo expresar que es lo que quieres. No sabes que pretende tu pasado, por que se ha alojado en tu mente. No sabes si tan sólo forma parte de un juego.


Deseas que llegue la noche, vuestra mayor aliada. Cada día que pasa necesitas más de tu pasado. Te puedes pasar las horas hablando con él, encontrando uno mil temas más de que hablar. No quieres cerrar los ojos, te niegas a ello, por que sabes que mañana será otro día en el que vuelvas a la realidad. Te molesta que sepa cual es el momento de sacarte esa sonrisa que por momentos llegastes a olvidar.
No puedes dejar de preguntarte que es lo que piensa, que siente... pero no se lo quieres preguntar, tienes miedo a sus respuestas. Prefieres seguir con tus dudas y que sea tu mente no tu corazón quien te dé esas respuestas.
Las palabras surgen y tus dudas incrementan. No sabes si eso que comenzó como un juego, se puede hacer realidad.
Deseas encontrarte con tu pasado, revivir aunque sea una sola noche esos momentos, viajar junto a él en el pasado. Pero sabes que no debes, que tienes un presente en el qué el no está. No puedes viajar a el pasado, no puedes recordar lo vivido, te hará daño. Pero sabes que no lo podrás evitar. Quieres encontrarte con él y no debes... Sabes que si eso sucede entonces será el día que en realidad no exista nada más a vuestro alrededor, pero te convences una y otra vez que no, que eso no puede suceder.




Te conformarías con verlo, tenerle cerca, sentir sus manos acariciándote, que te provoque esa sonrisa que él sabe cuando sacarla en el momento oportuno... Pero sabes que es mucho lo que a ti de tu pasado te separa, y que eso sólo sucederá cómo hasta ahora, en tus sueños!!!!


domingo, 5 de agosto de 2012

Recuerdos II

Los días pasan y ese recuerdo perdura. Eso que en su día vivistes lo recuerdas día tras día. Intentas tenerlo aparcado en tu mente, dejarlo a un lado para hacer tu día a día... Pero hay algo en ti que no quiere dejarlo, que insiste en que lo recuerdes, que lo revivas. Lo que hace que recuerdes todo aquello, sigue a tu lado. Te acompaña en tus noches de desvelos, y a cada día que pasa su compañía se hace más importante sin que tú te des cuenta. Se ha colado en tus pensamientos sin pedirte permiso, y en alguna que otra noche se coló en tus sueños.



Pretendes no pensar en: ¿Y ahora qué? . Sabes que la vida da una y mil vueltas, y tú las das a la vez que ella.


Recordáis juntos el pasado, donde ibais, lo que hacíais... pero tu memoria es vaga. Has dejado tan guardado esos recuerdos que te cuesta recordarlos. Pero tan sólo unas palabras suyas son suficientes para hacerte recordar esos momentos.

Cada momento recordando el pasado pasa más y más rápido. Sientes que las agujas del reloj pasan muy deprisa, y por un momento te gustaría poder pararlas cómo en su día quisistes hacer.



De repente vuestras conversaciones se van de tus manos y llegan a tal punto que no pudistes imaginar lo que pasaría. En esos momentos a tu alrededor nada más existe, salvo tu pasado y tú y vuestras palabras.

Hace imaginarte cada momento, cerrar los ojos y transportarte junto a él. Sus palabras te estremecen, te hacen querer echar el tiempo atrás y volver a esos momentos que pasastes junto a él y aprovechar lo que según para ti no fue aprovechado.





Recuerdos

Aveces pasa el tiempo y tienes la sensación como si todo hubiera sido un paréntesis de corto espacio en tu vida. En ocasiones, por muchos años que pasen, tienes la sensación como si hubiera sido una continuación de aquellos momentos. Como si aquel punto y final que creías haber puesto, se hubiera borrado con el paso de los años sin darte cuenta y sin haber querido poderlo evitar.




No te planteas el por qué de las cosas, tan solo te dejas llevar del momento.
Piensas que tienes en orden tu vida, tus pasos, tus actos... Pero de repente surge ese algo que no te esperabas. Quizás fuiste tú quien fue en busca de ello, que tu subconsciente te traiciono; o simplemente que no esperabas que eso que buscaste te lo llegaran a dar


Igual no pretendías buscar nada, que no pasara nada más de lo que tú imaginastes, pero las cosas no las puedes parar. La vida es una noria que está en constante movimiento, y por mucho que intentes bajarte de ella no puedes; pero lo que deberías plantearte es si en realidad es que no quieres bajar de ella.



De repente retomas lo que con los años olvidaste, recuperas esos recuerdos que tenias olvidados (aunque sólo tú sabes que nunca los dejastes en el olvido. Que lo que hicistes fue guardarlos en tu cajón de los recuerdos para no perderlos). Vas reviviendo por instantes cada momento, cada echo, cada palabra... Regresas en tu mente a esos momentos, comienzas a soñar despierta... Y tu mente comienza hacerse preguntas a las cuales no tienes respuestas.


Te preguntas que sucedió, que fue lo que pasó para que aquello que existió se esfumara en el viento. Así sin más. Se dejó atrás todos esos abrazos que tantas veces te refugiaron del mundo; esos besos a escondidas de los que sólo la noche los conocía. Aquello que había se evaporó como lo hace el agua cuando el sol no le da tregua.